lunes, 20 de octubre de 2008

El Apocalipsis va a llegar.


Allá por el año 1945 un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago crearon una revista (“The Bulletin of Atomic Scientists) cuya misión era advertir al mundo de los peligros de la energía nuclear aplicada con fines armamentísticos. Como símbolo representativo crearon la figura del Reloj del Apocalipsis, dicho figura como su nombre indica representa un reloj con la manecilla horaria fija en las doce y el minutero situado más cerca o más lejos de la media noche según la situación mundial. Desde 1947 se ha movido en 19 ocasiones, dando lugar a situaciones casi apocalípticas como cuando en 1953 se situó a las 23.58 debido a la aparición de la bomba de Hidrógeno o a otras situaciones mucho más optimistas como cuando en 1991 se situó a las 23.43 tras la caída de la Unión Soviética y la firma de tratados de desarme nuclear. Pero para nuestra desgracia y como lo bueno no suele durar, desde ese año 1991 el reloj ha avanzado 12 minutos situándonos a tan sólo 5 minutos de la noche más larga. Observando que el advenimiento del Apocalipsis nos queda tan cerca y parafraseando a Chevy Chase en "Espías como nosotros" creo que es el momento indicado para decir “Hey chicos/as, ¿Qué tal si desaparecemos con un polvo?”. Por ello y al igual que esos correos electrónicos virales que circulan por la red de redes que nos recomiendan que en nuestra agenda del móvil indiquemos bajo las letras AA el teléfono de una persona querida a la que llamar en caso de urgencia, yo os recomiendo que bajo las letras ZZ indiquéis el teléfono de una persona a la que llamar para ese polvo de despedida.

Pues eso que el fin del mundo nos pille a todos confesados y a ser posible “ocupados”.

PD: "Time is running out" (MUSE)

1 comentario:

Anónimo dijo...

isimo grupop que he conocido gracias a mi hermana.

Pensaba que por lo menos ibas a ser original y hablar del HLC, pero vamos, que el texto es el de siempre. Yo solo recuerdo que casi jinco con la de "San jose???" con la tonteria del botellon del fin del mundo del Paco Rabanne